La segunda jornada del campeonato propone el partido entre Roma Cremonese: para el portero grigiorosso Radu no es necesario mirar al pasado
La primera vez que se jugó Roma cremonés fue hace casi un siglo, en 1929 y los giallorossi ganaban 9-0. Aunque en la capital no falta el entusiasmo y por mucho que Cremonese llegue de 3 goles encajados en Florencia, es imposible pensar en un resultado de este tipo. Sin embargo, no hay duda de que los que vayan al Olímpico estarán convencidos de que esta vez Zaniolo, Dybala y compañeros no desaprovecharán todas las oportunidades como sucedió en Salerno, donde luego ganaron 3 puntos con una conclusión desviada por los que no esperaban: Bryan Cristante.
La última vez que Cremonese estuvo en la Serie A, perdió 3-0 ante la Roma. Lo dirigía Gigi Simoni y la Roma contaba en el banquillo con Carletto Mazzone. Y, dado el momento (o más bien el periodo que va del Bologna-Inter al Fiorentina-Cremonese), Radu no te preocupes: peor de lo que pasó entonces no le puede pasar a él. Incluso si ya ha demostrado ir más allá de lo imaginable.
La referencia es al gol que descorchó el partido: una falta lanzada con fuerza por por Biagio, un bonito central trazador de tiro raso, absolutamente parábola. Y en cambio turco se topó con una intervención bastante torpe, bloqueó el balón que se le escapó y empezó una tarde de domingo bastante tranquila para la Roma. Con Balbo que poco después de la media hora va a desviar una deliciosa asistencia de Delvecchio y el 3-0 a un minuto del final por Cappioli. Quien al final de la carrera parecía el más feliz de todos porque llevaba tiempo buscando ese objetivo y sentía que lo necesitaba”para la moral“. Siete días después se jugaría el derbi, que Beppe Signori habría resuelto desde el minuto cero. Y quién sabe si en este derbi de un año entre Mourinho y Sarri, cuál de los dos estará más contento con el veredicto de la segunda jornada…
