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Man City se arrepiente de no haber fichado a Harry Kane

Rara vez hay un juego aburrido entre el Manchester City y el Tottenham Hotspur hoy en día.

Los dos se enfrentaron nuevamente en la Premier League el sábado cuando los Spurs recibieron la tarea poco envidiable de poner fin a una racha de tres derrotas consecutivas contra los líderes de la mesa.

A pesar de sus recientes incursiones contra los hombres de Pep Guardiola, Tottenham llegó a esta sin una victoria absoluta en la noche en Eastlands desde la temporada 2015/16, cuando un gol tardío de Christian Eriksen derribó al City de Manuel Pellegrini.

Una gran cantidad de atención rodeó esta semana a las continuas afirmaciones de Antonio Conte de que la acción de transferencia de enero de los Spurs no estaba en línea con lo que esperaba, cosa que están compitiendo con Brighton y Aston Villa en lugar de Arsenal, Manchester United y compañía.

La carrera reciente de los Spurs fue la primera vez que el táctico italiano fue derrotado tres veces desde 2009, y ha revelado abiertamente sus frustraciones porque está acostumbrado a luchar por el título en lugar de terminar entre los cuatro primeros.

El reinado de Conte ya amenazaba con caer en el caos, pero sus hombres dieron un paso al frente cuando importaba para producir una de las sorpresas de la temporada.

El Tottenham se quedó con la victoria por 3-2 el sábado y definitivamente fue un buen valor para los tres puntos que se llevarán de regreso a Londres, en el corazón de su actuación estaba el objetivo de la transferencia de la Ciudad, Harry Kane.

El deseo del capitán de Inglaterra de unirse a las filas de Guardiola el verano pasado era bien conocido, pero la falta de reciprocidad del City en su voluntad de cerrar un trato hizo que Kane permaneciera en el club de su infancia.

Los Spurs vencieron al City en el primer día de esta temporada sin el fuerte Kane, y bajo la dirección de Nuno Espirito Santo, cuando Son Heung-min los llevó a una victoria sorpresa.

Pero esta vez, Son estaba feliz de desempeñar un papel secundario para elevar a Kane y pasar a City por la espada una vez más.

El primer gol de Dejan Kulusevski provino de una de las incursiones idiosincrásicas de Kane en el centro del campo, liberando a Son en la portería antes de cuadrar con el sueco.

Fue una primera mitad contra la pared que reflejó la que puso Kane durante la final de la Eurocopa 2020 (que se perdió en la historia debido al resultado), poniendo en juego a otros de manera experta y creando problemas dondequiera que se aventurara en el campo.

Y después del descanso, Kane se las arregló para llevar su juego a varios niveles. Se alejó de Rubén Dias y Aymeric Laporte para encontrarse con un centro de Son, disparó en la esquina superior y los puso por delante de nuevo para empezar.

En los minutos que siguieron, solo el pie extendido de Ederson y un control del VAR por fuera de juego impidieron que Kane sumara a su cuenta de esa noche, pero ya estaba claro que esto era su juego.

Después de que el penalti de Riyad Mahrez en el tiempo de descuento parecía haber asegurado un punto para el City, Kane superó al imperioso Kyle Walker para rematar de cabeza al ganador en el otro extremo con 96 minutos en el reloj, asegurando que esta no sería una actuación olvidada rápidamente.

Kane brilla como un falso nueve además de tradicional, tiene un gran respeto por sus mánagers (incluso por Tim Sherwood), y sus payasadas de verano son la única vez en su carrera que se ha salido de la raya, mientras que sus fallos en la primera mitad de esta temporada fueron sus primeros problemas frente a la portería con la camiseta de los Spurs.

El City, en cambio, persiguió agresivamente el fichaje de Jack Grealish por 100 millones de libras, un jugador de primer nivel, seguro, pero no un diferencial en el ataque de Guardiola.

Todavía pueden continuar y completar un doblete memorable en la Premier League y la Champions League, pero su incapacidad para conseguir a Kane significa que este tramo final de la temporada no será tan simple como debería haber sido y es posible que no sean los mejores de todos los tiempos ni tampocoel equipo en el que aún podrían convertirse.