Jurgen Klopp ha afirmado que otro entrenador no habría sido multado por sus acciones contra el Manchester City a principios de mes.
El técnico del Liverpool ha sido multado con 30.000 libras esterlinas por parte de la FA por comportamiento inapropiado tras la victoria de su equipo por 1-0 en casa ante el City el 16 de octubre, por gritarle a un árbitro en la cara lo que provocó su expulsión.
Klopp se enfureció por un desafío de Bernardo Silva sobre Mohamed Salah y dejó saber sus frustraciones tanto con el árbitro como con su asistente en la línea de banda después de que el Liverpool ya se había adelantado.
Hablando sobre la multa por conducta impropia en una rueda de prensa previa al partido contra el Leeds este fin de semana, Klopp se sintió agraviado por la decisión: “Así que sé lo que dije. Y sé que decir eso, pero desde una distancia mayor y con una mirada diferente cara, habría estado completamente bien”.
Más tarde agregó: “¿Debería haber recibido una prohibición? No lo sé. Nunca estuve en esta situación, nunca tuve una tarjeta roja, no tuve una tarjeta amarilla hasta donde yo sé. Así que no sé exactamente sobre como No seguí a otros entrenadores que les mostraron una tarjeta roja lo que consiguieron”.
Cuando se le preguntó acerca de la tarjeta roja de Jesse Marsch y la posterior prohibición de la línea de banda a principios de la temporada, Klopp nuevamente sostuvo que no estaba seguro de los detalles.
Ambos entrenadores se encontrarán en la línea de banda cuando sus dos equipos se enfrenten en Anfield el sábado por la noche.
