Cada vez más, los jugadores de fútbol, ciertamente ex profesionales, se sienten empoderados para hablar públicamente sobre su salud mental.
A lo largo de los años, la salud mental ha llevado a la muerte de jugadores de fútbol, siendo el caso de más alto perfil el de Robert Enke, lo que destaca la necesidad de redes de apoyo.
Un exjugador que intenta marcar la diferencia es Iván Campo, quien ha admitido que solía sufrir ataques de ansiedad mientras estaba en el Real Madrid. En una entrevista reciente con Diario AS, Campo explicó cómo un piloto del Ejército del Aire español lo persuadió para que hablara abiertamente sobre sus propias luchas. El piloto le dijo que podría tener un impacto serio en los demás si ayudaba a que la salud mental se convirtiera en un tema normal.
“Y luego pensé que ese hombre tenía toda la lógica del mundo. Y decidí que tenía que hablar de ello para normalizar la situación. No tuve que esconderme de nada. Independientemente de si a la gente le gusta o no. Si me pasó a mí, le pasa a mucha gente, ¿por qué no debería hablar de ello? Es una de las enfermedades más comunes en el mundo. Médicos, taxistas, abogados, empresarios tienen… Decir eso no tiene [negative] efecto.”
Campo explicó que el vestuario del Real Madrid formaba gran parte de su red de apoyo.
“Lo que me pasó tuve que salir de mí mismo, pero me apoyé con la familia y ese vestidor me ayudó mucho. Era un grupo de amigos más que de profesionales. Me echaron una mano, preguntaron por mí, me animaron. [Back] entonces no es como ahora, viajan de día, conviven menos en equipo. Ese camerino era una familia, yo tenía una convivencia de amistad. Vinieron a verme a casa. Comieron y cenaron conmigo. Intentaron estar cerca de mí”.
Campo formó parte del equipo del Real Madrid que ganó la Liga de Campeones de 2000, jugando junto a jugadores como Roberto Carlos, Fernando Hierro, Ronaldo Nazario, Iker Casillas y Zinedine Zidane.
Es de esperar que sus declaraciones continúen el avance del tema dentro del fútbol, donde la salud mental sigue estando muy estigmatizada. Como afirma Campo, es de esperar que hablar de ello normalice la salud mental como tema y permita que otros busquen ayuda donde la necesiten.
