
El ex presidente del Barcelona, Sandro Rosell, ha pasado a la historia como el presidente que fichó a Neymar Junior, pero por todas las razones equivocadas.
Después de pasar casi dos años en prisión preventiva como parte de una investigación por lavado de dinero, de la que luego fue absuelto, Rosell está nuevamente en problemas con la ley, según Mundo Deportivo.
Él y Neymar Junior están acusados de corrupción y soborno por el traspaso de este último del Santos al Barcelona en 2013. La fiscalía, interpuesta por dos entidades brasileñas, pide 5 años de prisión para Rosell y 10 millones de euros de multa. La sanción para Neymar sería de 2 años de cárcel y 10 millones de euros de multa.
En un giro caricaturesco, el presidente del Real Madrid, Pérez, ha sido citado como testigo para declarar en el caso, con fecha fijada para el 18 de octubre. El departamento de justicia definirá si los contratos firmados antes de su firma fueron fraudulentos, y los padres de Barcelona, Santos y Neymar también son potencialmente vulnerables a multas multimillonarias.
Parece que hay más capítulos por escribir en la historia de una transferencia notablemente desordenada. Sin los detalles del caso, es difícil decir qué tan probable es que Rosell o Neymar pasen tiempo en prisión.
