
Real Mallorca 2-1 Rayo Vallecano
El Real Mallorca llegó a este partido sabiendo que la victoria era probablemente esencial para sus esperanzas de supervivencia. La forma en que lo lograron no pudo haber sido buena para los nervios de sus fanáticos, pero el caos al final probablemente valió la pena.
El Mallorca está dirigido por un astuto mexicano y salió con pasión latina a su estadio al aire libre, que estaba lleno y hirviendo como un caldero. Eso trajo dividendos en las primeras puertas cuando el hombre objetivo Vedat Muriqi conectó su cabezazo al arco, abriendo el marcador.
Luego retrocedieron un poco y permitieron al Rayo Vallecano demostrar su calidad con el balón durante gran parte de la primera mitad. Ivan Balliu lanzó un esfuerzo desviado, pero al Rayo le faltó fuerza en el último tercio.
En la segunda mitad y esa tendencia continuó, solo parecía que había habido un error de cálculo por parte de Mallorca. No pudieron cerrar los espacios y Manolo Reina se vio obligado a salvar a bocajarro a través de un córner, antes de que otro desviado al primer palo por Pathé Ciss. Encontró la red y le chupó el aire a Son Moix.
Ahora el Mallorca se vio obligado a recomponerse y adelantarse, solo que eso significó ceder más espacios al Rayo. Reina se vio obligada a salir corriendo para evitar que Falcao pusiera contra las cuerdas al Mallorca.
Sin embargo, en los últimos 15 minutos, una vez más Mallorca aumentó la presión. Dani Rodríguez golpeó una pelota que rebotaba muy por encima de la barra y casi se rasga la camiseta por la frustración. Cerca también estuvieron Pablo Maffeo y Kang-In Lee, este último remató el poste con un lanzamiento de falta.
El ambiente estaba cargado de tensión y ruido a estas alturas y parecía que Mallorca no encontraría la manera de superarlo. De alguna manera, la pelota llegó al poste de atrás y a Abdón Prats. Ni su control ni su remate fueron limpios, pero el balón giró en la esquina de la red y su celebración no fue más que pura.
La victoria mantiene al Mallorca bien y de verdad en la pelea, fuera de la zona de descenso en el mano a mano con el Cádiz. El Rayo Vallecano puede volver a casa aliviado de no tener que lidiar con tanto estrés.
