Poco después de la Copa del Mundo en Rusia, Antoine Griezmann fue campeón mundial y se habló de él al mismo tiempo que Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. En el período entre esa Copa del Mundo y el próximo torneo en Qatar, ha sido un descenso largo y doloroso desde la cima para Griezmann.
Después de tres temporadas en Barcelona que se sintieron como una lucha permanente, regresó al Atlético de Madrid este verano con la esperanza de reavivar la llama. Aunque hubo breves parpadeos, terminó la temporada sin certezas sobre su lugar en el equipo.
También lleva 21 partidos sin marcar, incluidos partidos internacionales. Tras otra débil actuación de Francia, los aficionados comenzaron a subirse a sus espaldas contra Croacia en el empate 1-1.
Su seleccionador nacional, Didier Deschamps, se sinceró sobre su estado de ánimo en una rueda de prensa posterior a ese partido, según informó Deporte.
“Su estado de ánimo no es el mejor y no lo va a dejar todo atrás con un chasquido de dedos”.
“Antoine puede pasar por un período en el que las cosas no van bien. Incluso aquí en la selección, donde suele tener una gran influencia. Son situaciones difíciles para muchos jugadores”.
Griezmann técnicamente todavía pertenece al Barcelona y actualmente está a la mitad de un préstamo de dos años en el Atleti. Los Colchoneros tienen la opción de comprar al jugador al final de ambas temporadas y aunque oficialmente no se ha confirmado nada, el presidente Enrique Cerezo sí aseguró que se quedará en Madrid la próxima temporada.
Los problemas de Griezmann fueron parte de una temporada problemática para todo el Atlético de Madrid. Sin embargo, no hay duda de que Diego Simeone tendrá que hacer magia para devolver a Griezmann al nivel en el que estaba antes, que parece cada vez más lejano.