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LaLiga

El Villarreal pierde terreno en la carrera por la Champions League

Podría decirse que el lado en forma de LaLiga inició los partidos del sábado con una derrota perjudicial en El Sadar.

El Villarreal viajó a Osasuna con el conocimiento de que una victoria podría impulsarlos temporalmente a los lugares de la Liga de Campeones, superando a tres equipos en el proceso.

El Submarino Amarillo llegaba en buena forma al partido con tres victorias en sus últimos cinco partidos ligueros, en los que marcó 14 goles. Intercalado entre esos partidos de Liga hubo una batalla de la Liga de Campeones contra la Juventus.

El terrible récord de Osasuna en casa (sólo dos veces han saboreado la victoria) fue un presagio siniestro, dadas sus inconsistencias este año.

Sin embargo, tal es la belleza del fútbol, ​​que absolutamente nada de esto tiene nada que ver con el juego. Villarreal hizo valer hechizos de control en la primera mitad, pero no logró que Osasuna pagara nada de eso. La línea de fondo de Osasuna estaba decidida a marcar la diferencia y cuando un antiguo miembro del club, Pervis Estupinan, les abrió una brecha, la bandera de fuera de juego estaba allí para sacarlos.

Algunas jugadas a balón parado pasaron con nerviosismo por el área del Villarreal, pero ese fue el único peligro real de los locales en la primera parte. El delantero Chimy Ávila dijo que llamó a Osasuna a despertarse y responder al Villarreal, como antes estaban dormidos, pese al bullicio de El Sadar.

Sin embargo, despertaron. En la segunda parte, el 4-4-2 de Osasuna recordó algo de lo mejor de la labor de Jagoba Arrasate, que cerró filas con fuerza y ​​soltó esa presión en contraataques rápidos. Uno de ellos, iniciado por Lucas Torro, envió a Rubén García por la banda izquierda. Al lanzar un balón al área, naturalmente, fue el hombre más pequeño que se elevó más alto, por encima de Estupinan, para cabecear hacia la esquina. Chimy Ávila, como siempre lo hace, celebró a lo loco.

Un giro desagradable en la rodilla de Alberto Moreno agrió aún más el proceso de Unai Emery, que cambió de personal pero no pudo reescribir el guión. Osasuna, convencido de su trabajo, aguantó y negó ocasiones claras a los visitantes hasta que sonó el pitido final.

El Villarreal tendrá que esperar en la séptima posición para ver cuánto daño se hace, y el rival jugará después. Osasuna avanza por delante de Valencia en el noveno lugar, libre para disfrutar su fin de semana sabiendo que ya han sido productivos.