
El delantero del Besiktas, Wout Weghorst, se convirtió anoche en un héroe para los Países Bajos cuando su doblete rescató a la nación de un déficit de dos goles para forzar la prórroga.
En un partido que se desbordó en varias ocasiones, Weghorst mantuvo la calma para extender el partido por 30 minutos. Sus goles resultaron en vano mientras Argentina avanzaba en los penales, pero el alto delantero ciertamente se hizo un nombre.
Después del partido, las tensiones seguían siendo altas entre ambos conjuntos de jugadores y el personal, que incluía a Weghorst. Cuando intentó encontrarse con Lionel Messi en la zona mixta, el holandés aseguró que la leyenda argentina fue grosera con él.
“Quería darle la mano (a Messi) después del partido. Le tengo mucho respeto como futbolista, pero me tiró la mano al costado y no quiso hablarme. Mi español no es muy bueno pero dijo palabras irrespetuosas y eso me decepciona. Estaba realmente decepcionado”.
