
Si bien las acusaciones aún no se han fundamentado, puede haber pocos casos en los que alguien haya sido obligado a comerse sus propias palabras de manera tan rápida y pública como le ocurrió a Nasser Al-Khelaifi esta semana.
El director general del Paris Saint-Germain había concedido una entrevista a Politico, donde cuestionó la legalidad de los movimientos económicos del Barcelona este verano.
Menos de 24 horas después de la publicación de la entrevista, Liberation acusó a Al-Khelaifi de encarcelar a un empresario qatarí durante diez meses para suprimir información comprometedora.
El jueves, Le Parisien vino con más acusaciones contra el propio PSG. Mundo Deportivo publicó la historia que dice que el club había contratado a una red de ex policías para perpetrar una serie de actividades ilegales. Entre ellos estaban el lavado de dinero, los movimientos ilegales de personas, el fraude, la corrupción y el cabildeo ilegal.
De las tres personas conocidas por Le Parisien, una está acusada de solicitar información privilegiada sobre casos judiciales que psg han estado involucrados. El segundo está acusado de obtener falsamente un permiso de residencia para un inversionista de Medio Oriente y el tercero fue el mismo que fue encarcelado en Qatar por su información comprometedora.
